miércoles, 2 de octubre de 2013

Glorias pasadas...



Glorias Pasadas
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,  prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Filipenses 3:13-14
A pesar de no saber como comenzar estas líneas o cómo manejar la introducción, sé que quiero ser concisa y espero que esto que les puedo compartir sea de gran aprendizaje como lo acaba de ser para mí.
En una conversación bastante profunda con un anónimo, me comentaba el sentirse a medias, a pesar de tener “todo aquello que deseaba”. Lo pongo entre comillas porque al hacer unas preguntas, ésta frase cambió rotundamente. La pregunta del millón de dólares, ¿qué quiero? ¿a dónde voy?. Quizá podamos contestar un “quiero lo que Dios quiere”, pero ¿qué hay cuando la realidad de nuestro corazón difiere a lo que nuestra parte “racional” habla?
Muchos de nosotros llegamos a sentir esa breve frustración por no poder hacer las cosas que hacíamos antes. Conforme vamos creciendo vamos adquiriendo responsabilidades diferentes, las cuáles nos llevan a cambiar nuestro ritmo de vida, quizá antes salías todos los sábados con los amigos y podías estar hasta las 8 am platicando bobada y media, y ahora te la pasas en tu cuarto estudiando hasta la madrugada para presentar ese examen o ese trabaje trabajo tan importante. Y uno piensa en “me volví aburrido”, quizá hasta la misma gente que te rodea te cuestione y reafirme la idea de que ahora estas chocheando.
Estas cosas nos hacen querer volver a esos momentos de “diversión”. Y muchos entran en la crisis de “Peter Pan” y vivir en el mundo de “Nunca Jamás”. Pero la realidad es otra, y es que esta mentalidad no nos permite ver hacia delante, por voltear a las glorias pasadas no vemos la meta que está frente a nosotros. No disfrutamos ni valoramos aquello que Dios nos da y nos permite vivir hoy, y si seguimos así no disfrutaremos lo que nos de mañana, y no me refiero a cosas materiales, sino a aquellas cosas que permanecen a través del tiempo.
Es por eso que estas palabras de Pablo, nos recuerdan que el lugar del pasado es ahí atrás. No lo convirtamos en una carga más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario